Después de mi primera y maravillosa experiencia con La Rosa de Naran, mi mente no ha parado de idear y mis dedos no han podido estarse quietos.
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Me encanta esta foto (Gracias Carmen Alaminos) |
Si bien es cierto que ya tenía varios proyectos empezados, que aun continúan en proceso, nuevas historias han empezado a tomar forma. La inspiración me ha visitado, y lo más importante, ha decidido quedarse.
Voy a participar en una Antología de relatos cortos con varios escritores, y aunque aún no puedo desvelar mucho, pues lo estamos preparando todo, he de decir que está siendo una magnifica y enriquecedora experiencia.
Además, he terminado la creación de mi
"nuevo hijo literario". Todo empezó con la idea de participar en un concurso que organiza La Esfera Cultural, el I Premio Internacional de Novela Corta.
La fecha límite es el 5 de septiembre y el relato debe constar de entre 60 y 80 hojas.
No tenía nada preparado, pero me gustó la idea, así que hace apenas un mes, me puse a trabajar.
No creía lograrlo, sin embargo y para mi deleite, no sólo me vino la inspiración para crear una bonita historia, sino que, me he enamorado tanto de los personajes y de lo que tienen que contar, que se me han quedado cortas las 80 páginas.
Estoy muy contenta con lo que he creado. Aun me queda un largo camino, pues es momento de las correcciones, y es en lo que más tiempo invierto; sin embargo, me encanta lo que está saliendo.Estaba tan intrigada, y tenía tantas ganas de saber lo que les iba a pasar, que no he podido parar hasta acabar.
No voy a contaros mucho sobre este nuevo hijo literario, ya llegará su momento, lo que si os puedo desvelar, es que es una hermosa, complicada y apasionada historia de amor entre Lionel, un chico extraño y misterioso, y Sara, una joven que atraviesa un mal momento en su vida.
Lo mejor de todo, es que mi editor está encantado con publicarla, y para una escritora novel como yo, que el la editorial vuelva a confiar en una nueva obra mía, es una enorme satisfacción; un sueño que se extiende y sigue brillando, convirtiéndose en realidad.